Foto de mis alumnas muy felices después del curso de automaquillaje express
En mi opinión la belleza física no debería ser el centro de la vida de una persona pero es algo importante y debe ser valorada. Muchas veces al rescatar la belleza exterior también es rescatada la confianza en uno mismo generando felicidad. En realidad, la auto estima que viene del movimiento exterior-interior es un círculo de la vida que se mueve conforme una postura positiva que asumimos con nosotros mismos. Implica en una búsqueda insistente de auto-conocimiento. No debe ser sentido como una obligación sino un placer que uno tiene consigo mismo.
Para mi me funciona muy bien dejar en el día un espacio para cuidarme, sea en mi ducha o por la noche cuando me siento a comer algo rico después de haber seguido mi rutina de belleza de la noche. Cada vez que cuido de mi cuerpo me siento feliz comigo misma y agradecida a Dios por el tiempo maravilloso que me he podido dedicar a mi. Es cada vez más difícil tener este tiempo, pero hay que encontrarlo en medio a la rutina doméstica y de trabajo.
Me encanta poder sentarme en un lugar cómodo a leer un libro entretenido o dedicarme a mis meditaciones sobre mi vida siguiendo mis estudios sobre la espiritualidad y reencarnación. Repaso mi día y veo cuales fuero mis equívocos, me perdono y me prometo intentar no repetirlos. Todo sin sentirme culpable o amargurada ya que estas actitudes no nos conduce hacia adelante y proyectan energía negativa hacia el exterior haciendo girar al revés el círculo de la auto estima. No importa cuantas veces me equivoque, lo importante para mi es que sigo intentando mejorar como persona.
Así que para mi alimentar la auto estima es una suma del físico al espiritual donde el físico contribuye para ese espiritual consolidando el bien estar de cada día.